El chuletón de Carnicum

Cuando mencionamos un chuletón de vaca, probablemente se nos venga a la mente una imagen del chuletón perfecto para nosotros; la imagen del chuletón que nos comeríamos en ese momento, con un color, textura y aroma únicos. Lo que diferencia al chuletón de otros cortes es que el chuletón es el corte del lomo que incluye el hueso. En la obtención de la buena carne, existen varios factores que se presentan a la hora de preferir un consumo u otro: raza, origen y procedencia, el modo de cría o su alimentación. Estos aspectos, junto con la edad del animal, el momento de sacrificio o su posterior tratado y proceso de maduración darán como resultado grandes diferencias entre el chuletón de una vaca y el de otra. Cada una de las razas posee características diferentes. Muchas de ellas poseen Marca de Calidad y su distintivo de IGP (indicación geográfica protegida) como la Rubia Gallega (IGP: “Ternera Gallega”). Obviamente, la preferencia de carnes es muy subjetiva, pero debemos tener presente que si esta raza, la Rubia Gallega, ha obtenido su distintivo de calidad, es porque nos ofrece las mejores carnes para conseguir unos chuletones perfectos. La Rubia Gallega es la raza de vaca autóctona de Galicia con pelaje de color rubio trigueño más o menos claro. En nuestro caso, el mejor chuletón de vaca siempre es el autóctono, el de vaca gallega. En la maduración de esta carne, un método de conservación en unas condiciones de temperatura y humedad controladas, obtenemos nuestro chuletón de vaca de campo gallego para compartir, con un tiempo de maduración óptimo de 65 días, y es envasado al vacío de forma individual. Con ello conseguimos deshidratar la carne, que pierda el exceso de agua y que se concentren los sabores. La carne adquiere un color rojo y un aroma inconfundibles. Por otro lado, la grasa se integra en la carne, lo que se conoce como infiltración, lo que junto con el color exterior de la grasa es uno de los indicadores a tener en cuenta a hora de valorar la calidad de nuestro chuletón para compartir. Una mayor y mejor infiltración suele darnos carnes más untuosas. Esta infiltración no solamente depende de la maduración, sino también de la raza y del mismo animal y pieza. En nuestros chuletones para compartir de Carnicum, todos estos aspectos están visibles en cada una de nuestras piezas, trasladándose a un delicioso e inconfundible sabor a la hora de su asado. Con todo esto sabido, y una vez tenemos nuestro chuletón, lo siguiente será poner un mimo absoluto para cocinarlo. Podemos hacerlo en parrilla, plancha o sartén. Nuestra imagen del chuletón perfecto sí la podemos hacer realidad. Siempre con Rubia Gallega. Siempre con nuestro chuletón para compartir de Carnicum.

¡Descúbrelo!